jueves, 21 de noviembre de 2013

Contingencia inevitable: El poder del saber

Hablamos de conocimiento, a manera de algo cotidiano y habitual, engañados por nosotros mismos ya que podremos expresarnos como se nos de la gana, puesto que la definición no es más que una estructura instaurada análogamente, demostrando una vez más el horrible manejo de lógica humana, siempre echándole la culpa a lo incógnito excusándose en su cultura. ¿Quiero entender algo y no puedo? Bien, hagamos lo más simple, cojamos la certidumbre cognitiva mensurable según respuestas a un porque, como, cuándo y dónde. Ridículo.

Desvarió, si no me equivoco el poder del saber esta ya infravalorado por debajo de una maldad disfrazada, y no es para menos el pensar de esa forma, razonable. Existen muy pocos apremiantes de esta rama que verdaderamente saben utilizar lo cabal, para el bien; así es, por mi parte considero virtuoso a un infinito poseedor de información, exquisito y obviamente inequívoco de cualquiera de sus premisas, verdaderamente es aquel el mencionado con esos caracteres que se merece elogios departe de los subsiguientes. No otro, no el inexacto, actualmente no conserva lugar para los dudosos, es o no.
Explayando esta información, y dada ya mi disculpa por la pequeña crítica, comienzo a describir la sintaxis del hecho en si, esta herramienta sobre todo es una de las más perjudiciales dentro del manejo de las masas, ya que se dirige de una manera completa ofensiva al razonar de cada uno; gana más de lo que alguien pueda figurarse, derivando a la contracción es claro que existe un máximo beneficio, pero como lo mencionado anteriormente, son pocos los que manejan un claro y ecuánime objetivo, lamentando, yo más que todo querido lector, declaro que lleva toda una vida de práctica efusiva para ver un poco de sus logros, más adelante podría intentarlo; el uso íntegro de la manipulación especulativa, depende de centrar uno mismo lo que desea y reflejarlo en el otro, cuidado con sus mentes, para los que anhelan el usufructuar las de otras.

No es mi mejor redacción, sin embargo, es un instante de iluminación a lo que podría llamarlo psicoanálisis auto pedagógica.

1 comentario:

  1. Amo refutar las afirmaciones de la gente. Pero contigo... no sé que podría contradecir, no entiendo tu punto de vista. Realmente no le veo cabeza al texto. Quizás en un futuro puedas explicarme el pecado que cometo al no poder comprender la rareza de tu escrito y más bien perderme en el infinito de tu léxico.

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