miércoles, 2 de abril de 2014

Conflictivo narrador

Ya que el tiempo que ha pasado desde mi última redacción, ha sido por demás distante, voy a continuar este pobre segmento de grafías con algo sencillo a la comprensión, considérese entonces querido lector afortunado, póngase cómodo, centre su atención y lea hasta donde usted proyecte que el discurrir se encuentre atiborrado; obvio solo es una narración.


Sin atribuirle nada interesante a mi rutina diaria, despierto y son las 2 de la tarde, gastado, ojeroso, y aun con el pesar de la anterior noche, no me importa si son unas benditas 8 horas cumplidas, no me interesa no haber hecho algo productivo precedentemente, por ultimo ni haber comido, única variante anhelo dormir más; despierto y ahora si en definitiva 1 hora más tarde, como algo, vaya sorpresa no escucho respiro alguno obviando a la mascota claro, de calor humano. Encamino vagamente a la cocina, encuentro, caliento, y como; me pongo a ver un poco de tele; verán normalmente la nulidad de quehaceres me atosiga, sin embargo no encuentro determinada “motivación” de fatigarme la vida con infortunios y dejo pasar el tiempo a manera de desconocer su meritoria importancia; son las 6, excluyendo las menciones variantes de verbos, no he cometido cualquier otra proeza digna de contarse, al menos mate a esa mosca, maldito volador, ah claro, juguetee un lapso con mi no muy brillante can; son las 8, alcanzo a notar ya cierta molestia en mi sentido auditivo, compañía, habladurías, conversaciones de sus travesías de este día, planificaciones de lo que pudo ser mañana, ideas de lo que será el fin de semana, problemas, no sé cómo es que luego se atreven a cuestionarme del posterior dolor de cabeza, raudamente subo y me encierro en mi pieza, cojo la laptop y vago en línea; son las 11, recapacito, de pronto una deslumbrante y no muy insospechada idea pasa y tan reprimida estaba que su relevancia es notoria, porque no salir a caminar un rato, me visto, audífonos en el bolsillo, mi celular en el otro, fácil fue adivinar a donde me dirigía, un curioso parque, desolado a estas horas, y para mi suerte higiénico, a pesar de ser hogar de entrenadores de mascotas, amas de casa, servidoras del hogar, parejas tan afectivas públicamente sin ningún resguardo de caricia, dios, escandaloso a veces se considera el enérgico menester que llama sexualmente para toda edad, podrías hacer una escena porno en cada asiento en los que los ves; llego al centro, reside en abandono como lo sospechado, y contento por eso me siento a observar, muy normal en mí, a la gran fauna de árboles tan grandes como edificios. Desconozco si me concentro mucho o simplemente me pierdo, sea cual sea la razón fue insólito que una pequeña ardilla pase por mi costado, me asuste, la maldecí, cogí una piedra y se la tire, que buena puntería tengo pensé mientras el pobre animal fugaz escapaba de mi banca, lo posterior fue un análisis que a continuación voy a detallar, regrese a casa y me dormí con la molestia de discurrir en la comparación mencionada.


Relato la rutina con la frescura del caso, para la comprensión más rápida; existe un gran defecto en conjunto para todo aquel que puede fijar su atención en algo, usted por ejemplo en la lectura; acaba de tragarse mi día entero sin ningún recato de drama preponderante; podría haber hablado la razón de mi indolencia rutinaria, el ignorar a mi familia, la proeza que tuve que hacer para matar una mosca, la molestia de toda la gente que por la mañana fue al parque, la búsqueda insaciable de querer encontrarme señero, si la callejera ardilla regreso a darme un mordiscón por mi reacción, o por ultimo como es que pude conciliar el sueño con un problema tan grande dando vueltas en mi cabeza; lección aprendida, mucho cuidado en lo que ha fijado puede no siempre parecer lo que es.



1 comentario: